miércoles, 19 de febrero de 2014

EL CALENTAMIENTO GLOBAL CAMBIA LA FUNCIÓN DEL AMAZONAS

El calentamiento global cambia la función del Amazonas

Un estudio afirma que dejaría de enfriar la atmósfera y se convertiría en una fuente de dióxido de carbono
CIUDAD DE MÉXICO (09/FEB/2014).- A medida que el clima de que se calienta, el Amazonas experimenta inundaciones y sequías forestales más severas, las cuales podrían llegar a presentarse de manera cada vez más frecuente.

Sin embargo, esta no sería la única consecuencia del calentamiento atmosféricoo ya que la mayor selva tropical del mundo –a menudo referida también como “los pulmones del mundo”, por su capacidad de absorber carbono de la atmósfera y bombear oxígeno– podría convertirse en aquello que hasta ahora ayuda a regular.
Es así que, de acuerdo con un estudio reciente, el Amazonas dejará de enfriar la atmósfera y se convertirá en una fuente de dióxido de carbono (CO2) si continúa el cambio climático y los extremos en las precipitaciones, publicó la revista Nature.
Un equipo internacional de científicos, dirigido por Luciana Gatti, del Instituto de Pesquisas Energéticas y Nucleares de Sao Paulo, Brasil, analizó la cantidad de carbono emitido a la atmósfera en la cuenca del Amazonas en 2010, un año extremadamente seco, y en 2011, en el que el volumen de precipitaciones superó lo habitual.
Los resultados de la investigación demostraron que en el año de sequía, el que hasta ahora era considerado el “pulmón del planeta” liberó cantidades “sustanciales” de dióxido de carbono a la atmósfera, mientras que en el año húmedo liberó y absorbió la misma cantidad.
En 2011, el balance de CO2 en la cuenca del Amazonas se mantuvo neutral, pero en ninguno de los dos casos consiguió reducir la cantidad del gas contaminante en la atmósfera ni fomentó su enfriamiento.

“El Amazonas está cambiando según observamos más años muy secos y más muy húmedos. Si esta tendencia continúa, la región se convertirá en una fuente de dióxido de carbono para la atmósfera que acelerará el calentamiento global”, dijo John Miller, del Instituto Cooperativo de Investigación en Ciencias Ambientales de la Universidad de Colorado, quien también participó en el estudio.

Las condiciones de sequía de 2010 provocaron, por un lado, que la selva amazónica no creciera y que, al reducirse la fotosíntesis, la vegetación absorbiera menos dióxido de carbono, y, por otro, que aumentaran los incendios y la emisión de CO2.
Por el contrario, en 2011, las precipitaciones sí fomentaron el crecimiento de la vegetación, ocasionando que absorbiera más dióxido de carbono del que emitió.

No obstante, independientemente de el crecimiento de vegetación nueva, son los árboles viejos quienes marcan la diferencia en lo que a absorción de CO2 se refiere.



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